Plásticos para bajas temperaturas
En general, la mayoría de los plásticos de ingeniería son aptos para temperaturas bajo cero, aunque en qué grado dependerá principalmente del material y de las condiciones específicas de la aplicación.
Debido a la naturaleza específica de los termoplásticos, es difícil determinar de forma clara un umbral de temperatura mínima utilizando métodos de ensayo estándar. Cuando se utilizan termoplásticos en condiciones de aumento de la temperatura, hay algunas propiedades físicas específicas, como la temperatura de transición vítrea (Tg) y la temperatura de fusión cristalina (Tm), que influyen mucho en el comportamiento mecánico y la vida útil. Utilizando ensayos estándar es posible evaluar la pérdida permanente de propiedades debido al envejecimiento térmico y la oxidación.
Sin embargo, cuando es a la inversa, es decir, cuando la temperatura desciende, la exposición a bajas temperaturas no necesariamente da lugar a una pérdida permanente de las propiedades. Aunque en general se puede observar un aumento de la rigidez y una disminución de la resistencia a impactos, estas características suelen volver a la «normalidad» cuando el material recupera la temperatura.
Aquí debe hacerse una distinción entre termoplásticos amorfos y semicristalinos. Los materiales amorfos no deberían exponerse a desgaste mecánico por encima de su temperatura de transición vítrea (la temperatura a la que los polímeros pasan de un estado rígido a un estado flexible), ya que su resistencia mecánica disminuye drásticamente. Los materiales semicristalinos, por otra parte, siguen conservando cierta resistencia mecánica más allá de la temperatura de transición vítrea debido a la presencia de ciertas zonas cristalinas dentro del polímero.