En la industria moderna, las «prestaciones» lo son todo. Resuelven muchos aspectos relacionados con la calidad, la eficiencia, la durabilidad, la velocidad, la productividad o la resistencia a factores externos. El objetivo es conseguir aplicaciones que funcionen sin problemas, con un mínimo mantenimiento y con la mejor relación coste-prestaciones. En nuestro catálogo de materiales sin duda encontrará los plásticos de altas prestaciones que necesita para sus aplicaciones.
Los plásticos de altas prestaciones suelen tener una temperatura de servicio continuado superior a 150 °C. Esta categoría de materiales es la que ofrece las mejores propiedades de los polímeros, como características tribológicas, ahorro de peso y resistencia química, sobre todo a altas temperaturas de servicio continuado. Utilizando materiales de refuerzo especiales, como fibra de vidrio, cuentas de vidrio o fibra de carbono, se puede aumentar aún más la resistencia a la distorsión térmica y la rigidez. Aditivos como PTFE, grafito o fibras de aramida mejoran considerablemente las características de fricción deslizante, mientras que las fibras metálicas y el negro de carbón mejoran la conductividad eléctrica.
Los materiales plásticos resistentes al calor están en constante desarrollo y cada vez son más comunes en las aplicaciones industriales, tanto tradicionales como punteras, para mejorar las prestaciones y durabilidad.
La idea general es que los plásticos normalmente no se consideran materiales resistentes al calor. Pero la verdad es que existen familias enteras de polímeros de altas prestaciones que pueden utilizarse a temperaturas continuadas de más de 150 °C y hasta más de 300 °C, dependiendo de las condiciones de servicio.
Estos materiales, que se caracterizan por sus elevadas temperaturas de transición vítrea y fusión, son los mejores candidatos para sustituir el metal, ya que los polímeros ofrecen el valor añadido de tener unas propiedades superiores, como su tribología, ahorro de peso y resistencia química. Además, estas propiedades se mantienen incluso a altas temperaturas de servicio continuado. En el mercado se ofrecen polímeros resistentes a altas temperaturas en forma de materiales resistentes al calor no modificados o de termoplásticos modificados de altas prestaciones.
Añadiendo refuerzos, como fibra de vidrio o carbono, se puede mejorar la rigidez y temperatura de distorsión por el calor, además de la ventaja adicional de una mayor estabilidad dimensional. Esto es posible gracias a los bajos índices de expansión térmica, que pueden acercarse a los valores típicos de algunas aleaciones metálicas. Actualmente, el plástico reforzado con fibra de carbono es la solución más interesante cuando las condiciones de servicio requieren una rigidez y unas propiedades mecánicas extremas con el menor peso posible, por ejemplo, en aplicaciones de la industria aeroespacial o de automoción.
Para aplicaciones que requieren resistencia a la abrasión, desgaste o un bajo coeficiente de fricción, estos plásticos de ingeniería ofrecen prestaciones superiores cuando se combinan con lubricantes como PTFE y grafito. Además, las características electroaislantes intrínsecas de estos termoplásticos se pueden modificar para conseguir cualidades de conductividad eléctrica o disipación de electricidad estática.
Algunas de las principales áreas de aplicación de los plásticos para altas temperaturas son: