Si queremos avanzar hacia la sostenibilidad, es fundamental trabajar en la reducción de la huella que dejan nuestros productos. Debido a la naturaleza química de los plásticos de alta temperatura, es difícil cambiar los pasos o las temperaturas necesarias de procesamiento sin que afecte a la calidad. Por ello, estamos cambiando nuestros procesos de producción a un modelo con energías renovables, invirtiendo en nuestra maquinaria para que la producción sea más eficiente y buscando alternativas de plástico sostenibles que tengan una menor huella ecológica. En el informe de sostenibilidad, siempre encontrará las últimas estadísticas y proyectos que nos acercan un poco más al cero neto.
Se entiende por biomasa equilibrada la incorporación de materias primas orgánicas procedentes de los restos de cocinas o agrícolas o los residuos de la industria maderera, por ejemplo. Mediante un proceso químico, estos materiales se transforman en monómeros de base biológica, que posteriormente se mezclan con los monómeros fósiles y se procesan mediante las mismas reacciones químicas para acabar formando polímeros, igual que los productos fósiles puros. La mezcla resultante que contiene monómeros bio y fósiles está clasificada como biomasa equilibrada.
La distinción entre biomasa equilibrada y masa equilibrada radica en las materias primas. Los productos de biomasa equilibrada utilizan materias primas orgánicas, mientras que los productos de masa equilibrada también pueden incluir monómeros plásticos reciclados químicamente (entre otras fuentes) mezclados con monómeros fósiles durante la producción.