Alojamientos para hidrófonos en prospecciones sísmicas
En el campo de la prospección de gas y de petróleo se realizan exploraciones sísmicas para localizar y determinar el tamaño de las bolsas de petróleo y gas. La técnica más común para determinar la presencia de posibles depósitos es utilizar hidrófonos extremadamente sensibles. Una cadena de hidrófonos consiste en miles de «micrófonos submarinos» que se introducen en unos tubos llenos de lubricante. Estos hidrófonos se utilizan para registrar las ondas sonoras que rebotan en el fondo del mar y que ofrecen información sobre las formaciones rocosas y la existencia de posibles depósitos.
Requisitos en entornos con condiciones difíciles
Antes de empezar las perforaciones hay que localizar dónde puede haber posibles pozos de petróleo. Por término medio, solo uno de cada diez pozos es productivo, por lo que es imprescindible que la información registrada por cada hidrófono sea exacta. Los hidrófonos deben ser extremadamente fiables y carentes de fallos en todos los aspectos para evitar lecturas erróneas, reducir la cantidad de prospecciones necesarias, que son muy costosas, y minimizar el impacto ambiental. Para garantizar esto, cada hidrófono debe tener un alojamiento que lo proteja de posibles daños. Para hacer los alojamientos para los hidrófonos se suelen utilizar materiales de ingeniería, como metales, cerámicas y plásticos. A la hora de elegir el material para esta aplicación hay que tener en cuenta una serie de factores clave, ya que el ambiente en el que trabajan plantea una serie de obstáculos que potencialmente podrían dañarlos. El agua salada, el sol y los productos químicos que se utilizan dentro de los tubos, como aceites y lubricantes, pueden afectar al funcionamiento de los hidrófonos, por lo que es es primordial que el material tenga buena resistencia química. También deben tenerse en cuenta otros factores, como la resistencia a los impactos, la estabilidad dimensional y las propiedades acústicas.
Soluciones innovadoras
Los termoplásticos de ingeniería ofrecen muchas ventajas para estos alojamientos dadas sus excepcionales propiedades. Los metales suelen ser mucho más pesados que los plásticos, por lo que utilizar plásticos resultaría especialmente ventajoso en un barco, donde se da preferencia al peso y la facilidad de manipulación de un material más ligero. Normalmente las cerámicas son más caras y más difíciles de mecanizar que los plásticos, además de que, por su fragilidad, pueden dañarse fácilmente.
Ventajas que ahorran tiempo y dinero
Con el uso de plásticos se puede conseguir una vida útil de los componentes mayor que con la cerámica, que es quebradiza, por lo que se reducirán las tareas de mantenimiento, el tiempo de inactividad debido a daños o a lecturas erróneas y los gastos de sustitución. Además, estos materiales termoplásticos, sobre todo TECAFORM AD, ofrecen una excelente maquinabilidad, lo que ahorra tiempo y dinero.
Ensinger tiene una amplia gama de termoplásticos ideales para esta aplicación, cada uno con unas propiedades específicas para satisfacer sus necesidades especiales. Aparte de esto, el equipo de ingenieros de aplicaciones técnicas de Ensinger está a su disposición para aconsejarle qué material elegir para conseguir la solución óptima para su aplicación.